miércoles, 14 de enero de 2015

Tres días de furia y una visita al taller

www.miguelmunarriz.com
Miércoles tarde, colegas del metal. Ya hemos terminado la semana lectiva, y algún deber académico que otro nos aguarda antes del próximo lunes. Lunes, martes y miércoles: tres días, tres libros. Buena media, vive Dios. Todos en papel, como cuando no había tren. Y los tres sendos aciertos, me atrevería a adelantar.
     El último día andábamos a vueltas con "Los cuatro acuerdos", si no recuerdo mal. Fue nuestra última entrada, pero parece que hubieran pasado más de tres días. Al poco tiempo de embutirnos en tal ropaje (domingo noche o así), ya empezamos a sentir un prurito o comezón: ¿podríamos aplicar estos sanos consejos psicológicos al re-retorno a la fe? Cada cierto tiempo volvemos a ella pero luego la perdemos con mayor facilidad que las llaves del hogar. Nos empezamos a hacer la "picha" un lío, pues.
     El lunes por la mañana, en clase de francés, sufrimos un bombardeo constante que nos puso difícil atender. Que si "La utilidad de lo inútil" (opción finalmente ganadora); o, en esa línea, dedicarnos al cultivo de "los saberes inútiles", como dice a veces el repipi -con perdón- de nuestro señor padre... Entre aquella clase y la siguiente, impelidos por tan extravagante picor, acabamos en Cálamo y adquirimos un segundo libro, por lo demás notable: Poesía para los que leen prosa, de Jesús Munárriz (Visor Libros, Madrid, 2004). Efímeros votos de consagrar el resto de nuestra existencia al arte de Calíope y Erato. El doctor Miguel Ruiz, mientras, ya un vago recuerdo no más.
www.acantilado.es
     Al día siguiente, martes, la liana "La utilidad de lo inútil" impone su ley. Adquirimos en la Casa del Libro el libro homónimo, de Nuccio Ordine (Acantilado, Barcelona, 2013). Una liana que estaba cristalizando desde el día anterior, muy relacionada con el poético arrebato. Esta obra nos la recomendó un buen amigo jesuita, y parece que acertó. Como se recoge en la contraportada que reseñó en su día Corriere de la Sera, "Este breve manifiesto servirá para dar sentido a todo nuestro tiempo perdido y a nuestro trabajo". De momento, nos ayuda a relajarnos un poco, a dejar de afanarnos en cada momento por aprovechar el tiempo con vistas a un objetivo que de todas maneras no tenemos nada claro... Las humanidades, la poesía, un terreno con todo bastante gratificante, que queremos que nos sirva para sublimar los malestares y zozobras nuestras de cada día. Pero estamos todavía a martes, y la semana no ha hecho más que empezar.
     Hoy miércoles, por la mañana, en francés, nos sentimos algo mustios y caducos parmi de jeunes filles... Sensación de acabamiento, de futilidad de todo. Nos inquieta una duda: ¿tendrá el ideal humanístico por sí solo la fuerza suficiente para sublimar estos sentimientos de merde desgraciadamente tan recurrentes?
www.libros-antiguos-alcana.com
     Por lo tanto, visita vespertina, hoy, a la librería San Pablo. La tercera caída en la tentación: Círculos en el agua, de Mª Dolores Aleixandre (Sal Terrae, Santander, 1997). No ha sido esta nueva autoindulgencia fruto de un impulso repentino, sino producto de la segunda recomendación de nuestro amigo sacerdote. Porque quizá las humanidades laicas no sean suficientes para acarrear el a veces pesado fardo del vivir, ni siquiera durante más de dos días... (Aquí habría que insertar un simpático emoticono de ésos del whatsapp, para dar cuenta de un tono no precisamente festivo sino más bien un punto amargo.) 
     Ayer, martes, nos tocaba también acudir al taller mecánico. Recibimos buenos ánimos, tras explayamos convenientemente; a tirar millas. Es probable que estas últimas lianas duren tan poco o incluso menos que la penúltima del doctor mejicano y su sabiduría tolteca. Pero esto no quita para que las humanidades y la religión se merezcan en nuestro devenir algo mejor que un fugaz paso entre los árboles.
    Merci beaucoup, mes amis.

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